martes, 25 de mayo de 2010

Catálogo y museografía

MUSEO DEL PRADO

Las obras conservadas de mi se estiman entre ciento veinte y ciento veinticinco lienzos, cantidad reducida dados los cuarenta años de dedicación pictórica. En los veinte primeros años de actividad pinté sobre ciento veinte a razón de seis al año, mientras que en mis últimos veinte años solo pinté sobre cuarenta cuadros a razón de dos anuales.


El primer catálogo sobre mi obra realizō Stirling-Maxwell en 1848 e incluía 226 cuadros. Los sucesivos catálogos de otros autores han ido reduciendo el número de cuadros auténticos hasta llegar a la cifra actual de 120-125. De los catálogos actuales, el más utilizado es el de López Rey publicado en 1963 y revisado en 1979, en el primero incluía ciento veinte obras y en la revisión eran ciento veintitrés.


Actualmente el Museo del Prado tiene unas cincuenta obras, la parte fundamental de la colección real, mientras que en otros lugares y museos de Madrid se encuentran otras diez obras.


En el Kunsthistorisches Museum de Viena se pueden admirar diez cuadros, entre ellos cinco retratos de la última década. Estos cuadros, la mayoría retratos de la infanta Margarita, eran enviados a la corte imperial de Viena.


En Gran Bretaña hay una veintena de cuadros y ya en mi vida había afición por coleccionar mi pintura. Es donde tienen más obras del periodo sevillano y la única Venus de Velázquez que ha sobrevivido. Los bodegones se encuentran en galerias públicas de Londres, Edimburgo y Dublin. La mayor parte de estas obras salieron de España durante la invasión napoleónica.

En Estados Unidos se encuentra otra veintena de obras, de los que la mitad se encuentran en museos de Nueva York.

Última década: mi cumbre pictórica




De vuelta a Madrid mis cargos administrativos le absorbieron cada vez más. Felipe IV me nombró Aposentador Real, cargo que me quitó gran cantidad de tiempo para desarrollar mi labor pictórica . Yo tuve supervisar no sólo la decoración de los palacios reales, sino también el hospedaje del monarca cuando se desplazaba a otros lugares.


La llegada de la nueva reina, Mariana de Austria, motivó la realización de varios retratos. También la infanta casadera Maria Teresa fue retratada en varias ocasiones pues debía enviarse su imagen a los posibles esposos. Los nuevos infantes, nacidos de Mariana, también originaron varios retratos, sobre todo Margarita, nacida en 1651.


El último encargo que recibè del rey fue pintar cuatro pinturas mitológicas para el Salón de los Espejos, donde se colocaron junto a obras de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Rubens, los pintores preferidos de Felipe IV. De las cuatro obras, sólo se ha conservado Mercurio y Argos, y las otras tres resultaron destruidas en el incendio del Alcázar en 1734 . Esta pérdida es especialmente grave porque, por mi tema, alguna de las pinturas incluía desnudos, un género poco común entre los pintores españoles, mis amigos de la época.

Me precisaba ser de ascendencia noble, no judío niconverso, y por mi el Consejo de órdenes Militares realizó una investigación sobre mi linaje. Me tomè declaración a 148 testigos y fue rechazado al no encontrarse ascendencia noble en mi abuela paterna ni en mis abuelos maternos. En estas circunstancias sólo la dispensa del Papa podía lograr que yo fuese admitido en al Orden.


En 1660 el rey y la corte acompañaron a la infanta María Teresa a Fuenterrabía, cerca de la frontera francesa, donde se encontró con su nuevo esposo Luis XIV. Yo como aposentador real me encargè de preparar el alojamiento del séquito y de decorar el pabellón donde se produjo el encuentro....son mis últimos trabajos artísticas...

"La costurera"


La costurera - se observa a una joven costurera trabajando en una tela, donde capto el movimiento de las manos y la aguja. En cuanto al cromatismo, predominan los tonos oscuros (pardo, negro) y, en contraste con ellos, el color rojo del moño de la costurera, el blanco de la pañoleta y de la tela, así como la luz que se refleja en la cara y el pecho de la misma. La cara es precisamente la parte del cuadro mejor definido, quedando el resto en manchas de color que en cierta medida anticipan el impresionismo.
Se aprecia un retoque en el brazo derecho, lo que demuestra que yo no hacía trabajos previos sino que pintada directamente sobre el lienzo. Es uno de mis retratos mas íntimos y muestra señales de estar inacabado.

lunes, 24 de mayo de 2010

Las obras que pintè en Italia

Venus

Pope Innocent X

Segundo viaje a Italia

En 1649-51 Velázquez realize un segundo viaje a Italia con el fin de adquirir para el rey pinturas y esculturas antiguas. También debía contratar a Pietro da Cortona para pintar al fresco varios techos de estancias que se habían reformado en el Alcázar de Madrid. Luego al no poder comprar esculturas antiguas tuve que conformarme con encargar copias en bronce mediante vaciados o moldes obtenidos de originales famosos. Tampoco pude convencer a Pietro de Cortona para realizar los frescos del Alcázar y en su lugar contrate para ello a Angelo Michele Colonna y Agostino Mitelli, expertos en la pintura de trampantojo. Este trabajo de gestión más que propiamente creativo le absorbía mucho tiempo; viaje por varias ciudades buscando pinturas de maestros antiguos, seleccionando esculturas antiguas para copiar y obteniendo los permisos para hacerlo. Estuve un año en Italia sin pintar.

"El triunfo de Baco"


Es mi siguiente obra. Es conocida popularmente como Los borrachos.

El cuadro se realiza después de mi llegada a Madrid entre los años 16261628 poco antes de mi primer viaje a Italia. La obra fue pintada para Felipe IV.

El cuadro describe una escena donde aparece el dios Baco que corona con un ramo de hojas de vid, a uno de los siete borrachos que lo rodean; podría tratarse de un poeta inspirado por el vino. Otro personaje semimitológico observa la coronación. Algunos de los personajes que acompañan al dios miran al espectador mientras sonríen.

En ella se representa a Baco como el dios que premia o regala a los hombres el vino el cual libera de forma temporal a los hombres de sus problemas.

El dios esta metido en la obra como una persona más dentro de la pequeña celebración que se representa pero proporcionándole una piel más clara que a los demás para reconocerlo con mayor facilidad.

La escena puede dividirse en dos mitades. La de la izquierda, con la figura de Baco muy iluminada está cercana al estilo italiano inspirado en Caravaggio. La parte de la derecha, en cambio, presenta a unos borrachines, hombres de la calle que nos invitan a participar en su fiesta, con un aire muy español similar a Ribera.

Hay varios elementos que dan naturalismo a la obra como son la botella y el jarro que aparecen en el suelo junto a los pies del dios, o el realismo que presenta el cuerpo de este. Jugando con los brillos consigue dar relieve y texturas a la botella y al jarro creando un parecido con el bodegón. Estas jarras son muy similares a las que aparecen en cuadros pintados por Velázquez durante su etapa sevillana.

sábado, 22 de mayo de 2010

Vieja friendo huevos


Diego_Velázquez_017.jpg



La Vieja friendo huevos es un cuadro, realizado en mi etapa sevillana en el año 1618. Actualmente se encuentra en la National Gallery of Scotland, en Edimburgo!

Este cuadro, como otros realizados en mi primera época, está influido por el claroscuro, un foco de luz, que siempre viene desde la izquierda, ilumina la parte derecha del cuadro. En este caso el claroscuro es muy intenso, tanto que es difícil apreciar la pared que se encuentra al fondo del cuadro y solo la puedes identificar porque en ella cuelga una cesta.

El realismo es casi fotográfico, porque los objetos destaquen en este ejemplar bodegón donde aparecen platos, vasijas, cubiertos, cacerolas, morteros y jarras, destacando el brillo especial del cristal o la influencia de la luz en el melón que porta el muchacho. La fritura de la vieja está increíblemente conseguida, tanto que el aceite hirviendo está literalmente saltando ante vuestros ojos.

Los pies y las manos son de las partes más expresivas del cuerpo, y si observais por un momento las manos de la vieja os dareis cuenta de que yo he trabajado en ellas con esmero, lo mismo sucede con las manos del chico.

Destaca por mis cualidades tenebristas, altos contrastes de luces y sombras; a la par que hace uso de tonalidades clasicas y tenues mostrando un claro predominio de tonalidades ocres y pardas. Patente del virtuosismo , es el detalle con que plasma las naturalezas muertas, las manos de la vieja, incluso los objetos en escorzo.